Una amiga me cuenta lo mal que se siente porque ha perdido a su hijo en gestación. Otra me cuenta lo triste que está porque se ha muerto su abuelo. Si bien son casos diferentes, ambas sienten al mismo tiempo el dolor de la pérdida y el desafío de mostrarse «positivas».

Se produce una enorme sensación de soledad cuando en estos momentos tus personas cercanas te dicen «no llores», «no estés triste», «total, ya tu abuelo era muy anciano», ó «tenías poco tiempo de embarazo, ni siquiera tuviste tiempo de encariñarte con él».

Pareciera que llorar por un ser querido «no está de moda» y de alguna manera molesta al otro, que quiere seguir fingiendo que es feliz tomando fotos de su desayuno para subirlos a Instagram.

Hay una obligación moral por sentir empatía, pero que en muchos casos no lo es. ¿Qué le pasa a esta gente que es tan insensible? parecen decir ambas en la distancia.

La dictadura de la felicidad

 

Hay una notable presión para que las personas se sientan felices.

Quien dice que no está feliz recibe presión para que «sea positivo» o es execrado.

Yo no estoy en contra de la felicidad, por el contrario, me considero una persona feliz, y me parece un objetivo sano y deseable transitar el camino de la vida con muchos momentos felices. Mi punto es, por qué esperamos ver felicidad en los demás, y no sabemos cómo reaccionar cuando no es así. Creo que allí hay una pseudoempatía.

En una época donde hay que tener cuidado con la incorrección política, donde las sensibilidades están a flor de piel, esperamos que las otras personas no nos molesten con sus momentos bajos.

¡Termina de llorar! parece que le dicen los amigos. Pasa rápido esa tristeza que quiero hacer otra cosa.

Deja de llorar que quiero ver la tele.

Por ricardo

3 comentarios en «Deja de llorar que quiero ver la tele»
  1. » Menos mal que la desgracia le ocurrio a vd porque si llega a ser a mi uff seria muy jodido «… otra reflexión a propósito de la bien expuesta suya Doctor Ricardo

  2. Q vacío el perder un hijo….
    Hay quien te intenta contar cosas divertidas … ó el que te cuenta un dramático caso, comparando….
    No juzgues me dijo la psiquiatra al que te intenta consolar también es difícil para él.

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