Cómo las dinámicas de grupo pueden ayudar en el desarrollo personal
En mis cursos, talleres y charlas, las personas que participan son aprendedores, es decir, están allí para aprender algo.
Me gusta decir que «jugamos en serio», ya que las dinámicas de grupo no buscan solo entretener a los participantes, sino producir un comportamiento sobre el que quiero influir. Por ejemplo, a través de una discusión sobre un dilema moral, podemos trabajar varias habilidades que quiero reflexionar con los aprendedores.
Los juegos en serio permiten que la persona se vea a sí misma en acción, que actúe y se observe actuando. En muchas ocasiones he visto cómo una persona que se percibe a sí misma como «excelente comunicadora», acaba levantando la voz sin escuchar al otro. Al preguntarle qué escuchó, se da cuenta de que no está escuchando y tiene un momento de reflexión o de descubrimiento.
En mis dinámicas de grupo, las preguntas que hago propician el cierre de la actividad y mejoran la observación de los aprendedores sobre su propio comportamiento. Para mí, la formación no es un proceso de transmisión de conocimiento solamente, ya que tener un conocimiento no es lo mismo que tener una habilidad.
En definitiva, los juegos en serio son una excelente herramienta para el cambio y el desarrollo personal, ya que permiten trabajar habilidades que los aprendedores pueden aplicar en su vida cotidiana y mejorar su auto observación y reflexión sobre su propio comportamiento.