Recuerda que aprender puede ser divertido.
¿Oiste hablar alguna vez del efecto Dunning-Kruger?
Una mañana del año 1995 un hombre armado entró a una agencia bancaria en la ciudad de Pittsburg con lo que él consideraba un plan infalible. Su nombre es McArthur Wheeler y aparece en la foto cometiendo el atraco.
En primer lugar hay que decir que su idea era temeraria y sencilla. Si el zumo de limón funciona como tinta invisible, al colocarla en su rostro, nadie podrá reconocerle.
Sin embargo, al ser arrestado ¡Wheeler no entendía cómo era posible que lo hubieran reconocido si era invisible!
Es así como la historia llegó a oídos del profesor de Psicología Social, David Dunning quien junto a su colega Justin Kruger se inspiró en la historia de Wheeler para diseñar una serie de experimentos.
¿Qué podemos aprender a partir de esta historia?
En mi artículo precedente La ciencia va ganando comenté la importancia que cobraba la ciencia en la forma que construimos nuestra realidad. Ahora te comparto este ejemplo para mostrarte como la ciencia se vale de la cotidianidad para explicarla.
El efecto Dunning-Kruger fue descubierto por los psicólogos sociales David Dunning y Justin Kruger en 1999. Los investigadores se inspiraron en el incidente antes mencionado,
Dunning y Kruger se preguntaron cómo un ladrón de bancos podría haber sido tan ingenuo y poco realista en su evaluación de sus habilidades y capacidades. Para investigar este fenómeno, llevaron a cabo una serie de experimentos en los que pidieron a los participantes que realizaran tareas simples, como resolver acertijos o evaluar su propio desempeño en una prueba de gramática.
Los resultados de los experimentos mostraron que las personas con menor habilidad tendían a sobreestimar su propio desempeño, mientras que las personas más competentes tendían a subestimarse. Dunning y Kruger concluyeron que las personas con habilidades más bajas a menudo no tienen la capacidad de reconocer su propia incompetencia, mientras que las personas con habilidades más altas tienen una mejor comprensión de lo que saben y lo que no saben.
El trabajo de Dunning y Kruger ha sido ampliamente citado y su descubrimiento se ha convertido en una teoría ampliamente aceptada en psicología y otros campos relacionados.
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